Lara Brennan es arrestada por el asesinato de su jefe, con quién se sabe había tenido una fuerte discusión. Aparentemente la vieron salir de la escena del crimen y sus huellas dactilares se encontraron en el arma asesina.

Su marido, John pasará los próximos años intentando liberarla, pero no encontrará evidencia que niegue la misma que la acusa. Cuando la angustia de ser separada de su familia, y especialmente de su hijo, llega, John decide ayudarla a escapar de prisión.